SENSIBILIDAD Y SOSTENIBILIDAD como puntos de definición de nuevos paisajes

Insertar un nuevo elemento dentro de un paisaje conlleva sobre todo la voluntad de empezar un diálogo con el entorno y el lugar; el espacio y superficie de la nueva instalación. Un diálogo que empieza como una investigación y que a menudo se convierte en un descubrimiento, en un itinerario de exploración y de reencuentro con el conjunto de valores, de calidad, etc., pero sobre todo desvela la potencialidad que un lugar esconde dentro de sí.

Tierra, sol, agua y viento pueden ser nuevos materiales que poniendose en marcha juntos generarían nuevos sistemas de funcionamiento, de alimentación, de visibilidad, … en resumen, estos materiales “artificiales” pueden trabajar juntos y entrar en contacto generando así nuevos paisajes.

El proyecto nace como la reorganización de espacios y recursos. Tres son los temas y las localizaciones relativas. El frente principal, el espacio central de la acería y el espacio vacío o en transición a la espera de una ocupación futura. Tres situaciones con tres exigencias diferentes, todas paralelamente direccionadas a construir una visión unívoca respecto a la viabilidad externa.

Es un objeto de diseño que ha tomado forma debido a las necesidades técnicas, pero que ha asumido una forma propia reconocible.

Elementos empleados:

-energía.

-agua.

-vegetación.

Cada elemento empleado trae consigo elevadas prestaciones características.